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martes, 23 de noviembre de 2010

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Es cierto que ya no soy la misma. Que ya no me reconoces. Que piensas que he cambiado de pies a cabeza, y que te preguntas que donde está de quién te enamoraste. Sí, yo a veces también pienso que ha desaparecido.He dejado de sentir por casi todo aquel que me rodea. Desafortunadamente, no puedo decir que él ha conseguido darme todo lo que tu me entregaste. No. Ya sé que sabes que no lo hace. Sé que no ves en mi cara esa felicidad que sentía al mirarte, sé que sabes que con él no la siento. Lo sé, aunque no me lo digas. Aunque ni siquiera tengas valor para preguntarme si te sigo queriendo después de todo. Sería absurdo preguntarlo. Claro que te sigo queriendo. Aunque ahora es uno de esos momentos en los que desearía con todas mis fuerzas borrar ciertos momentos del ayer. Dejar nuevas líneas, y poder sobrescribir sobre las anteriores. Borrar con tipex todo aquello que no me guste. Es una pena que la vida no sea así, y que por desgracia, una tenga que convivir con esto. Digamos que pesa demasiado, y no es fácil tener un baúl llenito hasta arriba de recuerdos, de fotos rotas por la mitad, de besos infinitos, de noches, de cenas, de regalos. Sí, es un baúl bastante complicado, sobretodo para mí. Me falta el valor para decirte muchas cosas.
Como por ejemplo, que lo dejes todo y te quedes a mi lado.

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